Resultado

Los resultados de la variable Carbono total en suelo se han calculado para las dos profundidades consideradas: 0-30 y 30-60. El total de las muestras analizadas ha sido de 89, (48 correspondientes a 0-30 cm y 41 correspondientes a 30-60 cm). En el primer horizonte, los valores oscilaron desde 0.59% a 4.78%, mientras que en el segundo de 0.44% a 2.99%. La tabla Anova no presentó diferencias significativas en las dos profundidades ni en los dos ecosistemas considerados, siendo los valores obtenidos los representados en la Tabla 1.4.2.1.

Tabla 1.4.2.1. Resultados de la variable Carbono total en el suelo

Realizando un estudio de correlaciones entre la variable carbono y variables dasométricas y climáticas en la zona, obtuvimos las siguientes ecuaciones, de pequeña determinación, pero que ponen de relieve el tipo de suelos que tenemos en la comarca.

Estas ecuaciones determinan la dependencia, en ambas profundidades, del carbono en el suelo con factores climáticos, siendo estos, limitantes del crecimiento en las masas forestales y por tanto, de la cantidad de carbono acumulado en el mismo. La falta de correlación del carbono acumulado en el suelo con variables dasométricas puede ser debido a la homogeneidad de las masas estudiadas o a la poca variabilidad en las parcelas muestreadas. Quizás un rango de parcelas mayor, definiría mayor heterogeneidad. Por otra parte, la pequeña dimensión de los parámetros de ajuste de la regresión puede ser debido a la poca variabilidad que presenta la comarca en términos climáticos.

La ausencia de carbonatos en el suelo, así como los valores totales de fijación por hectárea en ambos ecosistemas (28.7 t de C/ha y 40.1 t de C/ha, como se indica en las observaciones), determinan la importancia de estas masas forestales jóvenes en suelos desarrollados. La evolución de las masas determinará posiblemente una mayor fijación del carbono acumulado en el suelo de esta comarca.

Observaciones

La cantidad de carbono acumulada en el suelo en el horizonte de 0-30 cm fue de 28.68 t/ha en los pinares de repoblación y 40.06 t/ha en los robledales naturales. Estos datos muestran como los suelos de pinar acumulan una cantidad todavía pequeña de Carbono al tratarse de masas jóvenes, en los que la masa arbórea establecida únicamente lleva del orden de 30 a 50 años en esos terrenos. Siendo el turno de estas especies 80-100 años, la cantidad de carbono acumulada dentro de unas décadas será mayor. En los robledales, la cifra es mayor pero media entre las masas más adultas que tienen entre 100 y 200 años y las masas más jóvenes, pero que son fruto de rebrote vegetativo de cepas ya adultas. No obstante, esta cifra podría ser mayor si el vigor vegetativo de las masas fuese mayor, pero como indica el indicador 1.2 y otros estudios vinculados a esta comarca, el crecimiento de estas masas está muy estancado.