FORSEE : Indicateur évalué

Indicador 2.4a: Factores Clave

Coste

6216,71 €

0,1122 € / ha forestal arbolada

65,4390 € / parcela

Estos costes comprenden:

Trabajo de campo
Sistema de información geográfica (GIS)
Recopilación de información
Procesado de datos y análisis
Redacción

Resultados

Los factores clave son aquellos que determinan e influyen el estado sanitario de estas masas forestales. Éstos pueden ser características de la masa forestal, del medio en que se encuentra, actuaciones selvícolas, perturbaciones, ya sean de tipo humano o natural, climatología, entre otras. De este modo, estos factores deberían ser tenidos en cuenta a la hora de realizar futuros monitoreos sanitarios a diferentes escalas, de forma que el diseño de dichos muestreos contemple el mas amplio rango posible de estos factores, con el fin de recoger datos sobre el estado de los sistemas forestales y poder observar su evolución en el tiempo.

Para saber qué factores están influyendo en el decaimiento y pérdida de vigorosidad se llevó a cabo un análisis de los factores que influyen la defoliación, tomando éste como un parámetro que refleja el estado de vigorosidad y desarrollo adecuado del árbol en las condiciones en que se encuentra. En el siguiente apartado se analizarán los factores clave para todos los daños observados. Los resultados obtenidos para el análisis de factores que influyen en la defoliación fueron los siguientes:

1.Clase social

2.Tratamientos selvícolas

3.Tipo de suelo

4.Clase diamétrica

5.Densidad

6.Área Basimétrica

7.Factores clave para todos los daños observados

1.Clase social-defoliación

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Figura 2.4a.1: Resultados del test de comparación múltiple LSD en el que se representan los valores de defoliación de los árboles con diferentes clases sociales. Existe un gráfico para cada una de las cuatro especies estudiadas, P. sylvestris (Arriba-izquierda), P. nigra (Arriba-derecha), P. pinaster (Abajo-izquierda) y Q. pyrenaica (Abajo-derecha). Los puntos centrales muestran la media de la defoliación para cada clase social y las barras los intervalos de confianza al 95 %.

Los árboles fueron clasificados en cuatro clases sociales: 1-dominante, 2-codominante, 3-subdominante y 4-suprimido. Los resultados del análisis de la varianza (Figura 2.4a.1) muestran para que en P. sylvestris y P. nigra los árboles suprimidos presentan niveles de defoliación muy superiores al resto de clases sociales. Esto refuerza el parámetro defoliación como indicador del vigor en coníferas, aumentando considerablemente en pies con un peor desarrollo y crecimiento sea cual fuere el agente que lo causa.

En las parcelas de P. pinaster no existían pies suprimidos, pero existen diferencias significativas en la defoliación entre pies dominantes y subdominantes. En Q. pyrenaica, sin embargo, no hay diferencias en la defoliación entre las distintas clases sociales. La disposición en matas de estos rebollos hace que no existan diferencias

2.Tratamientos selvícolas-defoliación

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Figura 2.4a.2: Resultados del test de comparación múltiple LSD en el que se representan los valores de defoliación de las parcelas de Pinus spp. que han recibido o no algún tratamiento selvícola. Los puntos centrales muestran la media de la defoliación para cada clase social y las barras los intervalos de confianza al 95 %.

En la Figura 2.4a.2 el valor “0” representa ausencia de cortas previas y el “1” representa la aplicación previa de tratamientos selvícolas (cortas). Como se puede observar en esta figura las diferencias en la defoliación son estadísticamente significativas entre ambas situaciones, siendo mayores en parcelas sin cortas que en aquellas en las que se había realizado alguna corta previamente. De ello se deduce que los tratamientos selvícolas realizados actúan de forma positiva sobre el estado de vigor de la masa. Al realizar cortas se disminuye la competencia por el espacio, los nutrientes y el agua. Además, al aumentar el espaciamiento entre árboles, aquellos agentes que solamente puedan transmitirse por contacto directo, como algunos endófitos, no podrán infectar árboles adyacentes en muchos casos.

3.Tipo de suelo-defoliación

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Figura 2.4a.3: Resultados del test de comparación múltiple LSD en el que se representan los valores de defoliación de encontrados en parcelas de Pinus spp. situadas en distintos tipos de suelo. Los puntos centrales muestran la media de la defoliación para cada clase social y las barras los intervalos de confianza al 95 %.

En la zona existen principalmente tres tipos de suelo: entisoles, inceptisoles y alfisoles. En la figura 2.4a.3 del test de comparación múltiple LSD se observa que no existen diferencias significativas en la defoliación encontrada en parcelas con estos diferentes tipos de suelo. Los tres suelos considerados son relativamente ácidos y pobres en nutrientes, no existiendo diferencias significativas entre ellos en cuanto al estado sanitario de la vegetación existente.

4.Clase diamétrica-defoliación.

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Figura 2.4a.4: Resultados del test de comparación múltiple LSD en el que se representan los valores de defoliación de encontrados en las diferentes clases diamétricas para las diferentes especies de coníferas, P sylvestris (Arriba-izquierda), P. nigra (Arriba-derecha) y P. pinaster (Abajo). Los puntos centrales muestran la media de la defoliación para cada clase social y las barras los intervalos de confianza al 95 %.

Las clases diamétricas establecidas fueron tomadas del Inventario Forestal Nacional Español. De este modo la primera clase, marcada como “cero”(0) incluye árboles de hasta 7.5 cm de diámetro tomado a 1,3m de altura. A partir de la segunda clase la amplitud de clase es de 5 cm, de modo que esta segunda va desde 7.5-12.5 cm, y viene marcada como 1, cuya marca de clase es 10 cm, la siguiente es 15 cm y así sucesivamente.

El análisis ANOVA (Figura 2.4a.4) mostró diferencias significativas en la defoliación encontrada entre clases diamétricas. En las tres especies de pino se pueden observar niveles mayores de defoliación en clases diamétricas mas bajas, que en muchos casos coinciden con árboles subdominantes o suprimidos. En parcelas de P. sylvestris y P. pinaster se observa una tendencia hacia un aumento de la defoliación en las clases diamétricas mayores. En cuanto a P. nigra, no se produce esta tendencia debido a que el rango de clases diamétricas encontrado es inferior.

5.Densidad-defoliación

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Figura 2.4a.5: Resultados del test de comparación múltiple LSD en el que se representan los valores de defoliación encontrados en parcelas de Pinus spp. con diferentes densidades agrupadas en clases. Los puntos centrales muestran la media de la defoliación para cada clase social y las barras los intervalos de confianza al 95 %.

Las clases de densidad consideradas van cada 250 pies/ha, aunque en la figura 2.4a.5 se presentan las marcas de clase. El resultado del análisis de la varianza mostró la tendencia existente hacia un aumento de la defoliación en densidades mayores. Queda reflejado, sin embargo, un aumento considerable en la defoliación en parcelas muy poco densas. Este aumento es debido a que el número de parcelas muestreadas a esta densidad es muy bajo por lo que la media queda sobreestimada, también teniendo en cuenta que una de ellas es la que peor estado sanitario presentaba de todas las muestreadas.

7.Factores que influyen en todos los tipos de daños

A continuación serán se analizan los factores clave en los que todos (o gran parte) de los tipos de daño se distribuyen respecto de dicho factor. Se analizaron varios de estos factores, sin embargo el que mejores resultados produjo fue la clase diamétrica, por lo que en el informe no se incluyen los resultados de la densidad y otros factores que no determinan de forma significativa una parte importante de los daños encontrados, aunque puedan determinar fuertemente algún daño en concreto.

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Figura 2.4a.7: Daños observados agrupados por clase diamétrica en la especie Pinus nigra. Los datos representan el porcentaje de árboles dañados respecto del total de árboles evaluados en cada clase diamétrica.

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Figura 2.4a.8: Daños observados agrupados por clase diamétrica en la especie Pinus sylvestris. Los datos representan el porcentaje de árboles dañados respecto del total de árboles evaluados en cada clase diamétrica.

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Figura 2.4a.9: Daños observados agrupados por clase diamétrica en la especie Pinus pinaster. Los datos representan el porcentaje de árboles dañados respecto del total de árboles evaluados en cada clase diamétrica.

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Figura 2.4a.10: Daños observados agrupados por clase diamétrica en la especie Quercus pyrenaica. Los datos representan el porcentaje de árboles dañados respecto del total de árboles evaluados en cada clase diamétrica.

Observaciones

Las figuras de la página anterior muestran el porcentaje de árboles dañados por tipo de daño para cada una de las clases diamétricas. Las clases diamétricas consideradas vienen presentadas por sus marcas de clase y se corresponden con las consideradas en el Inventario Forestal Nacional. La marca 0 comprende árboles entre 0 y 7,5 cm de diámetro normal. A partir de la clase 1 las clases tienen una amplitud de 5 cm. La clase 1 se indica como 10, lo que equivale a un intervalo entre 7,5-12,5 cm. Existe un gráfico para cada tipo de bosque, entendido como las especie arbórea dominante.

Problemas y mejoras

Comentarios y discusión

En el pino laricio (P. nigra Arn.), los síntomas y daños observados mas importantes (Figura 2.4a.7) fueron, en orden de incidencia, las bifurcaciones, defoliación, decoloración, deformaciones del fuste y la muerte de la guía principal. Fueron encontradas clases diamétricas de hasta 30 cm en esta especie. En cuanto a los tipos de daños se deduce que el porcentaje de bifurcaciones es mayor en clases diamétricas superiores (25-30 cm), dando consistencia a la hipótesis de que gran parte de ellas fue producida por ataques de Rhyacionia buoliana en la zona durante los años 70 (Robredo, 1975, 1978). Sin embargo, el porcentaje de defoliaciones y decoloraciones disminuye al aumentar la clase diamétrica. Normalmente los árboles con mas defoliación son aquellos que tienen un peor crecimiento, bien por su clase social, por la competencia para conseguir recursos (luz, agua, nutrientes, espacio para las ramas, etc.), o por estrés provocado por diversos factores (ambientales, antrópicos). Las deformaciones del fuste aparecen de forma independiente de la clase diamétrica, aunque se observa que en las clases mayores se reduce levemente su número, probablemente debido a la selección hecha en la entresaca. El porcentaje de meristemos apicales dañados o muertos permanece en cotas bajas en las clases diamétricas menores e intermedias, pero aumenta de forma notable en las clases mayores, indicando algún evento de tipo biótico o abiótico que dañó el extremo de las copas. La microfilia aparece en un número muy pequeño de árboles (0,36 %), sólo en esta especie y en clases superiores, coincidiendo también con lo anteriormente dicho. Los chancros encontrados en el fuste, son muy poco numerosos en esta especie, encontrándose sólo en clases intermedias. Por último, el porcentaje de árboles muertos es notablemente superior en la C.D. menor (7,5-12,5 cm), coincidiendo casi siempre con árboles dominados o suprimidos.

En cuanto al pino silvestre (P. sylvestris L.) los síntomas y daños más importantes fueron las bifurcaciones, defoliaciones y guías muertas (Figura 2.4a.8). Hay que tener en cuenta que el rango de clases diamétricas encontrado en esta especie (hasta 40 cm) es mayor que en el P. nigra (solo hasta 30 cm). Los porcentajes de bifurcación encontrados son muy elevados en C.D. superiores (desde 25-40 cm), indicando daños en las masas cuando eran jóvenes, posiblemente causados como en el caso anterior por R. buoliana durante los años 70. Las defoliaciones observadas van disminuyendo conforme aumenta la clase diamétrica, aunque este porcentaje de árboles defoliados aumente bruscamente hacia la C.D. superior (35 cm), posiblemente debido a la climatología de los últimos años, sobre todo a factores como la sequía y el aumento de las temperaturas. El porcentaje de guías muertas o dañadas es muy bajo en casi todas las clases, excepto en la C.D. superior (40 cm) en la que aumenta significativamente.

Esto podría deberse a nevadas en los últimos años en las que se produjeran daños en los pies dominantes, que tienen una exposición mayor.

Decoloraciones y deformaciones del fuste muestran una tendencia clara a disminuir su porcentaje de aparición conforme aumenta la clase diamétrica. Este efecto puede ser debido a la selección llevada a cabo en la entresaca, en la que se eliminan árboles muy decolorados y aquellos con el fuste deformado. Los chancros encontrados en el fuste se distribuyen en las clases diamétricas pequeñas e intermedias (10–25 cm), teniendo su máximo en la clase 15. Aunque su incidencia es relativamente baja (0.05% de los daños encontrados en esa C.D.) podría resultar útil cuantificar la tasa de transmisión de éstos, ya que están apareciendo en árboles relativamente jóvenes, de modo que cuando éstos alcancen una edad madura el porcentaje de árboles infectados podría haber aumentado considerablemente.

La presencia de heridas en el fuste por maquinaria y la de escobas de brujas fue muy escasa, no resultando relevante en esta zona. En lo que respecta al porcentaje de árboles muertos, se puede observar que es mucho mayor en la C.D. mas baja, e incluso mas todavía en la no inventariable (0-7,5 cm), coincidiendo de este modo con árboles suprimidos que no han podido desarrollarse por falta de algún recurso (espacio, luz, agua, nutrientes, etc). Cabe destacar la inexistencia de árboles muertos con un diámetro superior a 20 cm, lo cual nos indica que en la práctica silvícola llevada a cabo se ha tendido a eliminar los árboles muertos en pie.

En lo referente al pino marítimo o resinero (P. pinaster Ait.), los daños más significativos fueron las bifurcaciones, defoliaciones, deformaciones del fuste y guías muertas o dañadas (Figura 2.4a.9). Los porcentajes de bifurcación encontrados presentan una tendencia clara a aumentar con la clase diamétrica, indicando también para esta especie que, posiblemente, fueron causados por ataques de R. buoliana en los años 70. Las defoliaciones y decoloraciones encontradas disminuyen al aumentar la clase diamétrica, efecto que puede ser debido a la selección realizada en la entresaca. Las deformaciones del fuste en esta especie son tema de estudio, ya que parece que los factores genéticos influyen de manera importante. En cuanto a su distribución respecto a las clases diamétricas se observa que en todas es mas o menos semejante excepto en las C.D. inferior y superior. En las clase superior su porcentaje desciende probablemente debido a la selección silvícola hecha, mientras que en la inferior pueden ser debidas a una aparición tardía de ese carácter. El porcentaje de guías muertas o dañadas disminuye conforme aumenta la clase diamétrica, sin embargo en la clase superior (45 cm) aumentan considerablemente, quizá debido a nevadas caídas en los últimos años que afectaron mas a los árboles mas expuestos, los dominantes, igual que sucede con las parcelas de P. nigra y P. sylvestris de toda la zona piloto, lo cual da consistencia a estas hipótesis. En esta especie la incidencia de chancros en el fuste fue muy reducida, no resultando relevante en el área de estudio. Respecto a la presencia de árboles muertos se observa que la mayoría de ellos se corresponden con árboles de C.D. menores, que parecen corresponderse con aquellos suprimidos que no han podido desarrollarse. En esta especie, la selvicultura llevada a cabo no resulta tan intensiva como en parcelas de P. sylvestris, de modo que se observa un porcentaje mayor de árboles muertos en pie.

Los principales daños observados en masas de rebollo (Quercus pyrenaica Willd) fueron defoliaciones, daños en la guía terminal y pies muertos (Figura 2.4a.10). Se pude observar cierta tendencia en la defoliacion observada a un aumento conforme aumenta la clase diamétrica. Las hojas de esta especie son atacadas por un gran número de insectos, resultando complejo atribuir a un solo agente la defoliación de estas masas. También se observa que el número de guias muertas es mayor conforme aumenta la clase diamétrica. Sin embargo, el número de pies muertos es muchísimo mayor en la clase inferior (0-7,5 cm). Esta especie rebrota muy bien tanto de raíz como de cepa,d e modo que, posiblemente gran parte de estos pies muertos pertenezcan a cepas vivas que no han podido mantener tantos rebrotes debido a una limitación de recursos (Agua, nutrientes, luz, etc.).

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