FORSEE : Indicateur évalué

Indicador 1.4.3: Almacenamiento de C en la madera muerta

Coste

0,01 euros/ha

Resultado

Carbono en la madera muerta en 2005 en Tm de CO2 equivalente

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Observaciones

Es de destacar, dentro de unas cantidades relativamente bajas, la magnitud alcanzada por los tocones de coníferas. Sin embargo, este volumen de biomasa almacenada en los tocones está en relación con el intenso nivel de cortas que se viene produciendo en la Zona Piloto, principalmente en forma de cortas a hecho de pino radiata. En el indicador 3.1 se comprueba que las cortas totales producidas en el decenio 1996-2005 en la Zona Piloto ha alcanzado un volumen de 1.916.077 m3, de los cuales un 91% han sido de pino radiata. Ambos datos parecen coherentes, dado el periodo medio de varios años necesario para la descomposición de los tocones y sus raíces y dada la relación relación media entre biomasa aérea y radical para las coníferas.

Los bajos niveles medios de biomasa de troncos caídos (logs) y árboles muertos en pie (snags) en la Zona Piloto coinciden con los niveles medios alcanzados en el País Vasco según el último IFN (2005).

Problemas y mejoras

La madera muerta es un concepto relativamente nuevo en los inventarios forestales europeos, por lo que no existe tradición ni datos antiguos en los que basarse para observar tendencias. Por esta razón no se ha calculado el carbono en la madera muerta en 1990. La experiencia enseña que el nivel de biomasa almacenada en forma de madera muerta en el pasado era muy bajo, dada la mayor actividad en general de la población rural, que aprovechaba la mayor parte de los árboles que iban muriendo de forma natural.

Aunque no se han tenido en cuenta para no complicar excesivamente los cálculos, es posible que los diferentes estados de descomposición deriven en ciertas pérdidas de densidad de la madera y en una variación de la concentración de C con respecto a la madera verde. En el caso de la madera muerta inventariada en las parcelas de la Zona Piloto, la mayor parte de la biomasa se concentra en las clases de descomposición 2 y 3, lo que supone un bajo nivel general de pudrición y una escasa pérdida de densidad respecto a la madera verde.

Comentarios y discusión

Resulta, a primera vista, sorprendente la magnitud alcanzada por los tocones de coníferas frente a los bajos niveles de biomasa de troncos caídos (logs) y árboles muertos en pie (snags). Sin embargo, la certeza de ese dato se corrobora con los volúmenes de corta de coníferas en esa zona, por lo que fácilmente se comprueba la relación directa entre ambas magnitudes.

Por lo tanto, inventariar los tocones (número de ellos y diámetro) debe ser una labor imprescindible cuando se lleve a cabo la cuantificación de la biomasa almacenada en un ecosistema concreto.

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