FORSEE : Indicateur évalué

Indicador 4.5: Madera muerta

Coste

3716,9 €

0,161 €/ha forestal

0,077 €/ha zona piloto

Estos costes comprenden:

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Resultados

Para el análisis y evaluación de este indicador se han diferenciado dos subapartados, diferenciando madera muerta en el suelo (Logs) y madera muerta en pie (Snags), a su vez se ha hecho una clasificación de las masas estudiadas atendiendo al tipo de hábitat al que pertenecen según la clasificación EUNIS (European Nature Information System) y al tipo de plantación, clasificado por la especie ó especies arbórea con mayor representación en la parcela y que desempeñan la función principal de la masa.

1. Madera muerta en el suelo (LOGS)

De acuerdo a la clasificación descrita en el párrafo anterior, se ha elaborado la Tabla 1, donde se muestran los resultados promedio del número de Logs y de diámetros, para cada una de las clases de estado de descomposición definidas previamente en el correspondiente apartado Material y métodos.

Tabla 1.Resultados promedio de logs inventariados.
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Nota: Tipos de hábitats EUINIS. G281 = Eucaliptal; G3.F = Pinar Maderable; G4 = Plantación Mixta. Estados de descomposición. 1 = sin signos de pudrición; 2 = procesos de pudrición interna; 3= con cierto grado de firmeza; 4 = rotura fácil; 5 = hecho serrín en su mayor parte.

Los resultados muestran, en general para las diferentes plantaciones, un mayor número de Logs en los primeros estados de descomposición, y con valores promedio de diámetro bajos. En principio este hecho podría significar una tendencia negativa del indicador con respecto a la biodiversidad, y que sin duda está condicionado por la competencia, al tratarse de plantaciones fundamentalmente monoespecíficas, especialmente en eucaliptales. No obstante parte de esta madera muerta en el suelo, sobre todo en masas de Pinus radiata, procede de restos de tratamientos selvícolas (poda y restos de troceo) que se han dejado en monte, lo cual es una práctica adecuada con respecto al interés del presente indicador, aunque esto deberá ser controlado de forma especial dado el riesgo de incendios que existe en Galicia; y en algunos casos también desde el punto de vista sanitario, ya que una cierta acumulación de madera en el suelo puede provocar ataques de determinados patógenos (fundamentalmente Dioryctria sylvestrella y Tomicus piniperda en pinares).

En los pinares de Pinus radiata, se ha observado un mayor calibre en la madera muerta que en las parcelas de Pinus pinaster, si bien con una abundancia similar. Este factor se puede deber a que en la mayor parte de las parcelas de P. radiata, se ha realizado una poda en los pies de porvenir, posterior a la clara, en tanto que en las parcelas de P. pinaster, generalmente los Logs se deben a la poda natural y a árboles dañados o muertos. De todas maneras dada la heterogeneidad de los diferentes pinares inventariados, con edades muy diferentes incluso en la misma parcela, como se demuestra en algunas parcelas de P. pinaster donde se han barrenado (con barrena Pressler) más de 4 pies, todos ellos con edades muy diferentes. Por ello se hace complejo cualquier análisis a este nivel, debido a la dificultad de disponer de la edad de todos los pies de la parcela.

Finalmente, en las plantaciones mixtas (Hábitat G4), se han inventariado dos tipos de plantaciones, por un lado Eucalyptus globulus-Eucalyptus oblicua en la cual se aprecia una elevada cantidad de Logs, en estado de descomposición 1 (sin signos de pudrición), sin duda motivado por la elevada densidad de este tipo de masas y a factores ecológicos abióticos como la incidencia del viento, que provoca numerosos restos debido a la sacudida de las copas. Por otro lado está la parcela de Eucalyptus globulus-Pinus pinaster, en la que el número de Logs es considerablemente menor y presentan un estado de descomposición más avanzado con diámetros relativamente mayores, probablemente esta diferencia se deba el hecho de que muchas plantaciones mixtas de este tipo, bastante comunes entre las masa productivas de Galicia, resultan de las recientes repoblaciones con eucalipto sobre antiguos pinares ó a la regeneración natural del E. globulus invadiendo los pinares, con lo cual la mayor parte de los Logs son restos de los pies relictos de Pinus pinaster que llevan más tiempo en el monte.

Por otro lado, como se muestra en el Gráfico 1, gran parte de la madera muerta en el suelo procede de los restos dejados en monte al realizar tratamientos selvícolas, especialmente en aquellas parcelas realizadas en pinares con un plan de gestión. Dada la importancia de este factor se han diferenciado las parcelas inventariadas en “tratadas”, aquellas sobre las que se ha realizado alguna poda ó clara, y “no tratadas”, con el propósito de comparar el volumen de madera muerta en suelo. En función de estos datos se ha diferenciado a su vez por tipos de plantación (especie dominante).

Las parcelas de Eucalyptus globulus-Eucalyptus oblicua, Eucalyptus globulus –Pinus pinaster y Eucalyptus nitens no aparecen representados, puesto que solamente se ha inventariado una parcela de cada, con lo que no se dispone de información suficiente para contrastar.

Gráfico 1. Comparación del volumen de madera muerta en suelo entre masas tratadas y no tratadas.
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Haciendo una comparación entre los tipos de masa, se aprecia un volumen medio de madera muerta mayor en las masas de Pinus radiata (entre 30 y 40 m3/ha) tanto en parcelas tratadas como en las no tratadas. En cuanto a las masas de Pinus pinaster y Eucalyptus glubulus hay cierta similitud en cuanto al volumen medio de las masas tratadas y no tratadas, entre 10 y 20 m3/ha, sin tener en cuenta la parcela de E. globulus tratada la cual presenta un volumen de Logs muy elevado.

Es importante destacar como para las masas de Pinus pinaster la dispersión de los datos es mayor en las parcelas tratadas, en las cuales la mayoría de los datos resultan estar por encima de la media, mientras que en las parcelas sin tratar los datos no difieren mucho de la media, aunque tienden ligeramente a estar por debajo.

Por el contrario en las masas de Pinus radiata es en las parcelas no tratadas en donde se observa una mayor dispersión de los volúmenes de madera muerta en el suelo, alcanzándose volúmenes de casi 150 m3/ha. En este caso esta diferencia puede deberse a que la mayoría de las parcelas de Pinus radiata se han realizado en pinares ordenados, donde se han realizado tratamientos selvícolas similares de acuerdo con los distintos proyectos de ordenación (también muy similares entre sí en cuanto a la planificación de las actividades), de ahí su escasa dispersión en el volumen de madera.

Analizando las relaciones entre la madera muerta y las variables de masa densidad y área basimétrica (Gráfico 2) se puede observar como existe una tendencia positiva ó creciente entre la madera muerta y las citadas variables, que obviamente influyen en el volumen depositado en el suelo, especialmente con la densidad de pies.

Gráfico 2.Relación entre la madera muerta en el suelo y variables de masa (densidad y Área basimétrica).
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2. Madera muerta en pie (SNAGS)

Por otro lado se han inventariado y calculado las variables para la madera muerta en pie ó Snag (árboles muertos en pie). Se ha elaborado la Tabla 2, donde se recopilan los reslutados de los promedio de volumen de madera muerta tipo Snag y número de Snag para cada tipo de plantación diferenciada a su vez por el tipo de hábitats según la clasificación EUNIS.

Tabla 2.Resultados de los cálculos de las mediciones de los Snags (madera muerta en pie).
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Nota: Tipos de hábitats. G281 = Eucaliptal; G3.F = Pinar Maderable; G4 = Plantación Mixta.

Entre las masas monoespecíficas destacan, por el elevado volumen de Snags por hectárea las masas de Pinus pinaster, en comparación con el resto de las masas. Le siguen las de Eucalyptus globulus con un número de Snags cuantiosamente mayor, pero el volumen de los mismos es sensiblemente menor con respecto a Pinus pinaster. El hecho de que la diferencia en cuanto a número de pies sea alta, mientras que la variación entre los volúmenes no es tan marcada, puede deberse a las altas densidades de las masas de eucaliptos, tal que se contabilizan muchos Snags pero con dimensiones reducidas debido a la alta competencia entre pies. Por otro lado en las masa de Pinus radiata se ve un volumen de madera muerta en pie muy bajo aunque el número de Snags no difiere mucho de los contabilizados para Pinus pinaster, debido a los tratamientos selvícolas aplicados en el marco de los proyectos de ordenación.

El hecho de que las masas de P. pinaster, como ya se ha comentado, sean más antiguas y heterogéneas puede explicar que los Snags de mayor dimensión sean árboles relictos, por el contrario la mayoría de las masas de P. radiata son plantaciones más recientes que suelen estar bajo planes de gestión, de forma que los Snags inventariados son árboles jóvenes muertos de pequeñas dimensiones.

En las masas mixtas se aprecian también diferencias, la plantación de Eucalyptus globulus- Eucalyptus oblicua presenta menos Snags pero que alcanzan mayores dimensiones en comparación con las de Eucalyptus globulus-Pinus pinaster, en la cual hay un mayor número de pies muertos en pie, esto puede deberse a la competencia que el eucalipto ejerce sobre el pino, dado que son especies con características morfológicas y de competencia diferentes (frondosa vs. coníferas).

Observaciones

Problemas y mejoras

Comentarios y discusión

La gestión forestal sostenible pretende asegurar cierta cantidad de madera muerta en monte en pié (Snags) ó caída (Logs), manteniéndola en las cantidades y distribuciones adecuadas para salvaguardar la biodiversidad, con la finalidad de lograr la sostenibilidad forestal a medio y largo plazo, dado que constituye el alimento, el refugio y el hábitat de aves, mamíferos (murciélagos, lirones, ) y de pequeños organismos (insectos, hongos y líquenes), a la vez que es la fuente del carbono almacenado en el suelo, concepto que se trata con mayor detalle en el estudio del Criterio 1: Mantenimiento y desarrollo de los recursos forestales y su contribución al ciclo global del carbono. Con lo que la madera muerta juega un papel importante en la biodiversidad, en la conservación medioambiental y en la productividad forestal sostenible.

Actualmente en la política forestal, tanto a nivel Europeo como Internacional, se está considerando la madera muerta como un indicador de naturalidad en el ecosistema forestal, se está rompiendo con el “mito” de que la presencia de árboles moribundos ó muertos ó restos de madera muerta en el suelo son indicativo de un mal manejo forestal ó un mal estado sanitario, aunque efectivamente, en determinadas masas ó rodales, una mala gestión puede provocar un exceso de madera muerta en el suelo que también puede resultar contraproducente. En base a esto, la ONG WWF-Adena (2004) ha publicado unos datos de volumen de madera muerta (Logs y Snags) recomendable para las masas forestales con fines productivos europeas, para lograr una sostenibilidad forestal respetando y conservando el medioambiente. Se aconseja dejar entre 20-30 m3/ha repartidos entre árboles muertos en pie y madera muerta en el suelo ó dejar un Vmm (sumando Logs y Snags) el monte del 3 al 8 % de las existencias de la masa. En base a estos datos de referencia, se ha calculado el 8% de las existencias para cada un de las parcelas del estudio (Tabla 3), con la finalidad de valorar el estado de dichas masas de cara a la gestión forestal sostenible.

Tabla 3. Comparación entre volumen de madera muerta (Logs y Snags) en las parcelas estudiadas y volumen de madera muerta en monte recomendada.
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Nota: Tipos de hábitats. G281 = Eucaliptal; G3.F = Pinar Maderable; G4 = Plantación Mixta

Como se puede observar en la mayoría de las parcelas, el Vmm en el monte, en el momento de la realización del inventario, sobrepasa la cifra recomendada, a excepción de cinco parcelas (parcelas 1321, 1217, 1250, 1306, 1307 y 1333), en las que la presencia de madera muerta es insuficiente para el equilibrio del ecosistema forestal y las parcelas 1235 y 1259 en las que hay un volumen de madera muerta óptimo similar al 8% de las existencias. Es importante advertir sobre el exceso del Vmm, el hecho de que muchas parcelas sobrepasen lo recomendado, lo cual es algo positivo para el mantenimiento y conservación de ciertos organismos que dependen de estos microhábitats, puede resultar un peligro dado el alto riesgo de incendios que sufren los bosques gallegos.

En aquellas parcelas en las que el Vmm, calculado a partir del inventario de campo, sobrepase de forma excesiva deberían ser revisadas y estudiar de manera más precisa el balance de madera muerta teniendo en cuenta los riesgos de incendios y plagas, y realizarse en ellas si fuese necesaria una limpieza sobre la madera muerta.

En las masas con déficit de madera muerta pueden hacerse unas cuantas sugerencias de cara a mejorar el indicador para lograr un uso forestal sostenible. En primer lugar en aquellas plantaciones con especies exóticas sería aconsejable dejar cierto número de pies y madera muerta en el suelo de las especies arbóreas características de la zona, puesto que hay organismos endémicos asociados a determinadas especies vegetales. Para cualquier tipo de masas sobre la que se realice un aprovechamiento forestal de tipo económico, es recomendable dejar algunos ejemplares sin manejo forestal, que pueden ser árboles moribundos, árboles que garanticen la presencia de madera muerta apropiada en un futuro ó dejar áreas donde la masa madure de forma natural. También, una práctica que se está probando es la de colocar Snags artificiales. Para todo esto siempre es necesario estudiar los condicionantes locales (riesgos de incendios, riesgos de plagas u otros problemas sanitarios) (http://assets.panda.org., 2004).

Otro punto importante a discutir en este indicador es acerca de la calidad de la madera muerta, ya que de ella depende su utilidad para los organismos. La calidad valora la especie, estado descomposición, tamaño…. Los datos del estado de descomposición de los Logs, que presentan las parcelas de dicho estudio, muestran madera en estado de descomposición poco avanzado, con lo que sería aconsejable realizar futuras revisiones que garantizasen la constancia de esa madera muerta para garantizar la continuidad de la descomposición. Es importante que la madera muerta permanezca en monte hasta su total descomposición ya que en sus distintas fases van participando diferentes organismos, todos ellos de gran importancia ecológica y ambiental para la biodiversidad.

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