Problemática y mejora

Los problemas para la evaluación del Indicador se generan fundamentalmente por las diferencias entre las definiciones de Superficie Forestal, lo que obliga a la recalificación de las superficies según las categorías de la FAO, máxime si se necesitar contrastar los datos entre naciones.

Además, en nuestro caso, los mapas de Superficie Forestal han tenido que ser confeccionados a partir de los correspondientes MCAs, debido a la escala excesivamente pequeña de los Mapas Forestales de España (1:200.000 el I MFE y 1:50.000 el II MFE).

Por otra parte, para la aplicación del Indicador en superficies pequeñas como la Zona Piloto, se considera que la escala de trabajo (1:25.000) no es la más adecuada para la evaluación del Indicador y otros dependientes del mismo. No obstante, la necesidad de ejecutar un extenso trabajo de campo en caso de incrementar dicha escala debe de estar suficientemente justificada.

A nivel nacional, y regional, sería muy recomendable la adopción de las definiciones de la FAO, o en su caso, adaptadas a las condiciones territoriales particulares pero fácilmente transformables a aquéllas.

Comentarios y conclusión

La estabilidad de la Superficie Forestal es evidente e independiente de los criterios utilizados.

La zona se encuentra localizada en el dominio de las frondosas atlánticas, siendo la especie mas representativa, el haya. El método de regeneración predominante es el aclareo sucesivo, por lo que la masa se perpetúa a lo largo del tiempo sobre la superficie inicialmente ocupada, proporcionando una gran estabilidad a la Superficie Forestal. Conviven con este sistema pequeñas superficies ocupadas por masas de pino silvestre o repoblaciones con especies alóctonas, tales como alerce japonés y abeto Douglas, que pese a su regeneración mediante cortas a hecho o a matarrasa, no suponen generalmente pérdida de Superficie Forestal. Las variaciones de la Superficie Forestal se dan pues, por la reforestación de terrenos forestales no arbolados (Otras Tierras Arboladas) o terrenos no forestales.

El resto de la Zona Piloto se encuentra ocupada principalmente por pastos (18,9% de la superficie total) y praderas de siega (12,3%). Los pastos no han sido incluidos en la estimación de la Superficie Forestal ya que tal y como se especifica en las descripciones propias de la FAO (FRA 2005), éstos no serán incluidos en caso de considerarse un sistema agroforestal. Lo cierto es que en la Zona Piloto la presión ganadera que pueden soportar dichos pastos no es elevada y son utilizados de forma muy extensiva por el ganado. Aún así se han considerado superficies agroforestales por estar sometidas a alguna forma de presión antropogénica. Las diferencias encontradas en la estimación de la Superficie Forestal a partir de las definiciones de la FAO y las del IFN son debidas principalmente a que en la última clasificación los pastos son incluidos como terreno forestal desarbolado.