FORSEE : Indicateur évalué

Indicador 5.1.1 Longitud y % de longitud de los cursos fluviales con vegetación de ribera apropiada

Coste

2.142,97 €

0,174 €/ha forestal

0,118 €/ha Zona Piloto

Los costes comprenden:

table1

Resultados

Tabla 5.1.1.a. Longitud de los cursos fluviales con diferente anchura de vegetación de ribera.

table2

VR: Vegetación de Ribera

Tabla 5.1.1.b. % de la longitud de los cursos fluviales con diferente anchura de vegetación de ribera.

table3

VR: Vegetación de Ribera

Observaciones

Para la evaluación del Indicador se ha elaborado una cartografía detallada de la red hidrográfica de la Zona Piloto a partir de mapas topográficos de Navarra (1:25.000) y cartografía de la Red Hidrográfica de Navarra (1:25.000), Ortofotos (1:5.000) e información de expertos. La vegetación de ribera ha sido digitalizada a partir del mapa de Superficie Forestal 2005 (Indicador 1.1.), Cartografía de los hábitats de los LICs Fluviales de Navarra (García et al., 2004) y Ortofotos 1:5.000 (2003).

La delimitación de la anchura mínima de la zona ripícola ha sido establecida siguiendo la metodología propuesta por Palone et al. (1998). De esta manera, se ha evaluado la longitud y % de los cursos fluviales con anchura menor a 4 m (ninguna función de protección), mayor a 50 m (diversas funciones de protección) y mayor a 80 m (totalidad de las funciones de protección consideradas). Las anchuras están referidas a distancia horizontal o distancia reducida.

En las tablas de resultados se observa que aproximadamente el 73% de la longitud de los cursos fluviales discurren por terreno forestal. Aproximadamente el 20% de la longitud de dichos cursos fluviales no cuenta con ningún tipo de protección por parte de la vegetación de ribera, mientras que el 50% se encuentra protegido por vegetación de ribera con una anchura mínima de 80 m. A lo largo de dicha longitud, la vegetación de ribera cumple un papel muy importante como protector de los cursos fluviales.

Problemática y mejora

El principal problema encontrado en la evaluación del Indicador es la delimitación de la anchura mínima de la vegetación de ribera según su función protectora sobre los cursos fluviales y teniendo en cuenta el entorno, situación y actividad de la Zona Piloto. Debido a la ausencia de estudios específicos en Navarra, se decidió establecer rangos de anchura de la vegetación ripícola a partir de bibliografía (Palone et al., 1998).

Por otra parte, la ausencia de cartografía de la red hidrográfica en la Zona Piloto fiable y a escala adecuada, hizo necesaria la digitalización de los cursos fluviales, lo cual encareció y prolongó la evaluación del Indicador. Además, se detectaron incoherencias y diferencias en la información de las diferentes fuentes utilizadas, por lo que fue necesario un análisis exhaustivo de las mismas.

Aún disponiendo de cartografía de los hábitats de los LICs fluviales de Navarra (los ríos principales de la Zona Piloto están incluidos en un LIC), fue necesaria la digitalización de la vegetación de ribera, lo que también prolongó en gran medida la evaluación del Indicador. Además, en la evaluación del Indicador se incluyeron como vegetación de ribera las masas continuas de especies autóctonas con gestión forestal no intensiva (haya, roble, pino silvestre), por su función protectora sobre los cauces fluviales, lo cual no es adaptable a la definición de vegetación de ribera comúnmente considerada.

La mejora del Indicador radica en el estudio de las funciones reales de la vegetación de ribera sobre la red hidrográfica según especie principal y composición específica, estructura, anchura, altura, etc. Además, sería conveniente delimitar las funciones deseables de la vegetación de ribera en cada zona de estudio según el entorno y uso del suelo.

Comentarios y conclusión

Los ríos principales a los que fluyen el resto de cursos fluviales de la Zona Piloto son los ríos Iratí y Urrobi, a lo largo de los cuales el Gobierno de Navarra tiene localizados varios puntos de aforo que forman parte de la Red de Aforo de Navarra. Los análisis físico- químicos de las muestras de agua (periodo 1990-2005) denotan que dichos ríos cumplen los límites de los parámetros impuestos para la vida de los peces por la normativa nacional (Ley 29/1985 de Aguas y el RD 927/1988), con excepciones puntuales. Ambos ríos son aptos para comunidades de salmónidos, la concentración de sedimentos en suspensión es generalmente baja (altas excepcionalmente debido probablemente a lluvias torrenciales) así como la concentración de nitratos. Como conclusión, a pesar de que en la Zona Piloto únicamente el 57% de los cursos fluviales cuentan con vegetación de ribera con anchura mínima de 50m, dicha vegetación es apta para regular las lixiviaciones de nutrientes y sedimentos y cumplir funciones de protección del cauce, ya que la calidad de los principales cursos fluviales de la Zona Piloto es apta para la vida de comunidades piscícolas.

Sería deseable relacionar las características de la vegetación de ribera con la lixiviación de nutrientes debido a la actividad forestal o agrícola/ ganadera y el input real de nutrientes en los cursos fluviales. Así, sería posible conocer realmente la función de la vegetación de ribera sobre la retención de nutrientes y sedimentos en suspensión, probablemente las causas de los mayores impactos experimentados por los cursos fluviales en la Zona Piloto

La evaluación detallada y fiable del Indicador ha sido posible gracias a la pequeña superficie de la Zona Piloto (que ha permitido la digitalización de la red hidrográfica y de la vegetación de ribera) y a las diferentes fuentes de información disponibles. En cada caso, habrá que valorar si la evaluación del Indicador es viable.

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